Encabezado: ¿Qué es el derecho de tanteo y retracto en contratos de alquiler?
El derecho de tanteo y retracto en contratos de alquiler es una figura legal que garantiza ciertos derechos tanto a los inquilinos como a los propietarios en caso de que se produzca la venta de la vivienda alquilada.
El derecho de tanteo consiste en otorgar al inquilino la opción preferente de adquirir la vivienda en caso de que el propietario decida venderla. Esto significa que, antes de ponerla en el mercado, el inquilino tiene la oportunidad de comprarla al mismo precio que se le ofrece a un tercero interesado.
El derecho de retracto, por otro lado, permite al inquilino recuperar su posición de inquilino si la vivienda es vendida a un tercero. En este caso, el inquilino tiene la opción de comprar la vivienda a las mismas condiciones que el nuevo comprador, y si decide ejercer este derecho, el contrato de alquiler puede ser restablecido.
Este mecanismo de tanteo y retracto tiene como objetivo principal proteger los derechos del inquilino, ya que le da la oportunidad de seguir viviendo en la misma vivienda sin interrupciones y también le brinda la posibilidad de convertirse en propietario si así lo desea.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la existencia de este derecho debe estar previamente estipulada en el contrato de alquiler. Si no se incluye esta cláusula, el inquilino no podrá ejercer ninguno de estos derechos en caso de venta.
¿Cómo funciona el derecho de tanteo y retracto?
Cuando un propietario decide vender una vivienda que está alquilada, debe notificar al inquilino su intención de vender y ofrecerle la opción de ejercer su derecho de tanteo. En este momento, el inquilino tiene un plazo establecido, generalmente de 30 días, para aceptar o rechazar la oferta.
Si el inquilino decide ejercer su derecho de tanteo, deberá comunicarlo al propietario y se inicia el proceso de compraventa. En este caso, el precio de venta será el acordado entre el propietario y el inquilino, que no puede ser superior al precio ofrecido por un tercero interesado.
En el caso de que el inquilino no ejerza su derecho de tanteo o lo rechace, el propietario puede proceder a vender la vivienda a un tercero. En este caso, el inquilino tiene un plazo establecido, nuevamente generalmente de 30 días, para comunicar su intención de ejercer el derecho de retracto.
Si el inquilino decide ejercer su derecho de retracto, deberá comunicarlo al propietario y se inicia un nuevo proceso de compraventa. En esta situación, el inquilino tiene prioridad sobre cualquier otro tercero interesado y puede comprar la vivienda en las mismas condiciones que el nuevo comprador.
Es importante destacar que tanto el derecho de tanteo como el derecho de retracto están limitados a ciertos plazos y condiciones establecidas por la ley. Estos plazos pueden variar según la legislación de cada país o incluso según lo establecido en el contrato de alquiler, por lo que es fundamental informarse adecuadamente sobre los detalles de cada caso específico.